El cambio de rumbo en el sector minero-energético genera debate y preocupación. Las consecuencias ya se sienten en las cifras y en la confianza de los inversionistas
Las proyecciones para el comercio exterior colombiano no son alentadoras. A pesar de que el agro y algunas manufacturas resisten el golpe, el desplome de las ventas de petróleo y carbón, históricamente los motores de la balanza exportadora, dejó a los empresarios con un panorama incierto. La combinación de factores internos y externos frenaron la posibilidad de alcanzar cifras que hace apenas una década parecían alcanzables.
Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), es claro al señalar que el país está muy lejos de cumplir con la meta de diversificar su oferta y expandir sus mercados. En diálogo con Portafolio advirtió que “ni siquiera vamos a llegar a esos USD50.000 millones que tuvimos en los años anteriores. Vamos a estar por debajo de eso”.
El dirigente gremial señaló que el retroceso tiene una causa central. la política energética actual. Según explicó, “la política minero-energética de este Gobierno golpeó las exportaciones del sector de petróleo y carbón; rubros bien importantes para nuestras ventas al exterior”. Si bien reconoce la necesidad de avanzar hacia una transición energética, critica que se haya hecho “de golpe y no en un plazo adecuado”.
Gracias al dinamismo del café y de algunos productos agrícolas, la caída no fue más profunda. “De manera afortunada el sector agrícola ha venido creciendo y en particular el café”, comentó. Sin embargo, insistió en que ese alivio es insuficiente frente a la magnitud de lo que significan el petróleo y el carbón para la economía exportadora.
Para Díaz, el verdadero problema es de visión: “no hemos sabido desarrollar una oferta exportable adecuada que nos permita hacer esa transición energética, creciendo nuestra venta y diversificando nuestra canasta exportadora”.
Estados Unidos, aranceles y descertificación
El frente externo también se convirtió en una fuente de presión. El presidente de Analdex advirtió que la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos tendrá un efecto directo en la dinámica del comercio. “Uno de los efectos de esas tarifas es el incremento en los precios de los productos y la demanda se resiente”, explicó.
Colombia, sin embargo, no salió tan mal librada frente a otros países competidores. El arancel del 10% impuesto por Washington no afecta de manera tan drástica a todos los productos nacionales. De hecho, en segmentos como flores y café, la balanza se inclina a favor del país frente a rivales como Ecuador y Brasil. No obstante, en otros nichos como el aguacate o las hierbas aromáticas, México sigue teniendo ventaja.
Otro punto que genera incertidumbre es el riesgo de descertificación por parte de Estados Unidos. Díaz reconoce la preocupación del sector: “la incertidumbre es muy mala para los negocios, porque no se puede planear”. Aun así, confía en que, en caso de darse, se trate de una medida sin sanciones económicas, como ya ocurrió en el pasado cuando primó el “interés nacional” para no afectar la economía legal.
Tomado de: Infobae