La industria de la moda es mucho más que diseño y tendencias; es un complejo entramado donde la logística, el abastecimiento y el comercio exterior se erigen como los verdaderos pilares del negocio. Como señaló Daniela Fernández en un reciente artículo de Infobae, la logística actúa como el “hilo invisible” que une la creatividad con el consumidor final. Un retraso en cualquier punto de la cadena de suministro global puede tener un impacto significativo en los costos y en la disponibilidad de los productos, afectando directamente la rentabilidad y la imagen de la marca.
Desafíos y oportunidades para el comercio exterior argentino
Para países como Argentina, el comercio exterior representa un área de desafío y oportunidad. Si bien la industria local del cuero tiene un gran potencial, la falta de regulaciones adecuadas ha impedido que explote al máximo su competitividad. La apertura de importaciones se presenta como un arma de doble filo: por un lado, representa una competencia para la producción local; por otro, es una oportunidad para que los productores accedan a nuevas materias primas y tecnologías, modernizando sus procesos y mejorando la calidad de sus productos.
Latinoamérica: Un mercado de exportación con gran potencial
La proximidad geográfica y la percepción de la moda argentina como sofisticada y de buena calidad, hacen de Latinoamérica un mercado de exportación con un enorme potencial. A través de una logística eficiente, las empresas argentinas pueden capitalizar esta ventaja y expandir su presencia en la región.
La importancia de la logística en la era del e-commerce
El auge del comercio electrónico ha impulsado una creciente demanda de logística nacional, haciendo que los tiempos de entrega y la gestión eficiente de inventarios sean cruciales. Además, en las operaciones internacionales, el uso de diferentes medios de transporte (marítimo, aéreo y terrestre) requiere de una planificación meticulosa para asegurar que los productos lleguen a tiempo y en óptimas condiciones. En este contexto, es vital darle visibilidad al trabajo “tras bambalinas” de quienes, a través de la cadena de valor, garantizan que la moda esté al alcance de todos.